//64 tonos de Buenos Aires

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Buenos Aires, Argentina 🇦🇷
Serie “Herencia de Buenos Aires”
Proyecto independiente y autogestionado

Pintura acrílica sobre muro de concreto
2 x 31 m
2018
Drone de Unlimited.fly y Aerovisuales
Video dirigido por Orco Videos y Juan Ignacio Zevallos
Diseño web de Los Caballos: 64tonosdebuenosaires.com.ar

Durante varios meses conversé con amigxs, taxistas, mozxs, transeúntes y anónimxs sobre una pregunta que me atrapó: ¿cuál es la canción que representa a Buenos Aires?

De Piazzolla a Sumo, de la Tana Rinaldi a DJs Pareja, pasando por Ca7riel y Soda Stereo, empecé a juntar respuestas en una lista de Spotify que llamé “64 tonos de Buenos Aires“.

Una noche salí a caminar por el centro. “Amor Buenos Aires” de Jorge López Ruiz fue el primer tema que sonó en mis auriculares. Me perdí por Diagonal Norte y San Martín, buscando pistas en alguna pared escrita o algún bar. En una esquina alguien me cantó “El carrero y el cochero”, un tango de Angel Villoldo. Lo busqué en Spotify pero no lo encontré. Luego lo descubrí en Youtube, era una grabación de 1908.

Me fui en dirección sur mientras llamaba a Z para saber qué opinaba. Me contestó “Made in Argentina” de Mala Fama y la agregué a la lista. Seguí deambulando durante cuadras en soledad, buscando y buscando la canción porteña. Llegué al Obelisco y me senté a mirar las luces desde la plaza que lo rodea. En ese momento me di cuenta. No estaba encontrando la respuesta. Mi búsqueda derivó en una calle sin salida. O más bien, en una avenida de numerosas ramificaciones. Son muchas las canciones de Buenos Aires.
Los días siguientes la pregunta se convirtió en obsesión y la respuesta seguía sin aparecer. Hasta que una tarde Juan me sugirió que haga foco en el sonido de la ciudad, en su ruido, más allá de la música.

“64 tonos de Buenos Aires” es un piano vertical de 31 metros en el cruce de las avenidas Corrientes y Callao, uno de los centros neurálgicos de la ciudad. El espectro de 64 tonos podría bien remitir a un pedazo de cielo azul, al rojo de la línea B del subte, al amarillo de un taxi, al verde de un pañuelo, al blanco del obelisco, al negro de un pocillo de café, al gris del asfalto, al naranja de un transporte escolar, al bordó de un ladrillo, a los colores de un colectivo, a las banderas de una marcha, a los infinitos matices grises de la arquitectura porteña y, reposando sobre ella, a los reflejos del Sol. Estos tonos y muchos más se encuentran en la atmósfera de esta esquina. Asimismo, yo creo que también pueden oírse.

No encontré la canción de Buenos Aires. Sin embargo, descubrí una ciudad dirigiendo una orquesta.

PD: allá arriba, cerca del cielo, a 31 metros del piso, en el primer tono azul, incrustado en la pared, hay un texto escrito en un papel. ¿Qué dice? Te invito a escribir en 64tonosdebuenosaires.com.ar

PD2: siento importante comentar que esta obra nació de la mano de la autogestión. Es una gran emoción tener la oportunidad de trabajar junto a tantos amigxs en este punto tan simbólico de la ciudad. Salud!

Gracias a Antonin Hako, Rodrigo Rodriguez, Natali Aboud, Facundo Cruz, Andrés Gorzycki, Felipe Alvarez Parisi, Z, Juan Laxagueborde, Elian Chali, Andrés Goldberg, Yannick Du Plessis, Julián Pesce, Tito del Aguila, Omar Ramos, Bucle Editorial, Nicolás Pucci, Sonia Pomar, Mara Wainer y Adolfo Pomar.

Gracias a Buenos Aires ♥